Que
yo puedo ser feliz con poca cosa, con cuatro buenos amigos, una
coca-cola y una bolsa de gusanitos. Que puedo reír sin necesitar a
nadie, porque soy tonta, me río de mi misma, y así aprendo a
valorar que nadie es perfecto, pero que si me río con alguien, sería
aún mejor. Que si me falta alguien, ya encontraré a alguien que se
ponga en su lugar y que me haga reír igual o más, porque muy pocas
personas son insustituibles y las que lo son, no permitirán que las
sustituyas. Que si tienes miles de personas rodeándote cuidado, que
no todo va a ser perfecto siempre. Que también habrán tiempos
malos, en los que estés casi solo y entonces te darás cuenta de lo
importante que es tratar bien a las personas, porque si estás solo
es por algo. Que pases del mundo, no intentes ser el mejor, que
acabará saliéndote caro. Y para acabar, que no llores por quien se
fue o por quien se irá, que sonrías por quien sigue ahí y por
quien vendrá.
No hay comentarios:
Publicar un comentario